Alberto Durero. Joven liebre (1502). Tinta bistre |
Las plumas más antiguas se remotan a la época clásica, en la cual eran hechas de bastoncillos de caña mojados en tinta. Posteriormente, en la Edad Media, se comienzan a utilizar plumas de ala de oca, las cuales tenían la particularidad de dejar un trazo más suave y sin marcas sobre el papel, a diferencia de las varillas de caña.
La mayor deficultad que presenta esta técnica es la de ser imposible de borrar. Por lo general el soporte es papel o pergamino y el color de la tinta puede variar mucho, mas los colores predominantes son el negro y el sepia, aunque el color realizado con bistre fue muy utilizado (el bistre es un derivado de la madera de haya quemada, la ceniza se amasa con agua y goma arágiba).